Alaba una cosa y te alabará.
Maldícela y te maldecirá...
Si alabas una situación,
no tiene poder para herirte y,
aunque pueda plantear problemas durante un tiempo,
desaparecerá paulatinamente,
si la alabas sinceramente.
Emmet Fox
"Después de aceptar nuestras circunstancias presentes, sean cuales sean, debemos aprender a alabarlas.... ¿alabar la desgracia? Apretando los dientes, si es necesario. Normalmente, desconocemos por qué algo ha ocurrido, y seguiremos sin saberlo hasta estar lo bastante distanciados como para analizarlo restrospectivamente." (Ban Breathnach)
Este paso es muy difícil, especialmente cuando estamos transitando una circunstancia complicada. En ese momento negro, nos parece que no hay salida. Que la vida siempre será tan oscura como hoy. Y sin embargo... no es así. El sol vuelve a brillar. Y nos reponemos de aquello que nos parecía imposible remontar. Y tanto dolor y angustia... ¿para qué?
La certeza de que las cosas no nos pasan porque sí, nos ayuda a serenarnos cuando estemos en medio del río. Necesitamos llegar del otro lado de cada etapa difícil de nuestra vida. Y una vez que nos hayamos repuesto lo suficiente como para mirar atrás, podremos entender cuál era el mensaje.
Hay veces que los golpes de la vida tardan mucho en sanar. Con la rapidez de nuestro mundo actual, ya no hay tiempo a veces ni para dejar que nos duela. Es más, ya no hay duelos visibles. Ya no nos vestimos de negro, cerramos las cortinas, y nos alejamos del mundo, para llorar a quien se fue. Antes, el mundo entero respetaba los ciclos de alegría, dolor y sufrimiento. No apuraba la felicidad a costa de no aprender las lecciones que esos dolores nos traían. Hoy tenemos que salir del generalizado "analfabetismo emocional" (Greenspan), que sólo nos tolera cuando estamos bien, alegres, fuertes. Aprender a armar nuestro espacio para llorar, gritar, escribir, romper o lo que sea que necesitemos hacer para transitar esos momentos difíciles, sin máscaras.
Es importante aprender a decir lo que nos pasa. Incluso a nosotros mismos. Que esto duele. Que nos quita fuerzas. Que ya no soy la misma/el mismo de antes que esto sucediera. Porque realmente, ya no lo somos. Mirian Greenspan nos dice en su libro Healing through the dark emotions: the Wisdom of grief, fear and despair (Sanando a través de los Sentimientos Oscuros: la Sabiduría del Dolor, del Miedo y de la Desesperación); que una vez que fuimos quemados por el dolor, el miedo o la desesperación, se produce en nosotros una alquimia emocional. Transformaremos dolor, miedo y desesperación, en gratitud, alegría y fe. "Pero estos regalos sólo podrán ser alcanzados una vez que bailemos la danza de las emociones oscuras" (Greenspan). ¿Bailamos?