"Este libro, contiene 366 ensayos para cada día del año... adopta sus gentiles lecciones, animate a vivir su verdad apasionada, y comparte este regalo extraordinario con cada persona que encuentres: tu Ser Autentico es tu alma hecha visible". Mi propuesta es sencilla, compartir los ensayos de "El Encanto de la Vida Simple" de Sarah Ban Breathnach, junto con mis propias reflexiones. A quienes quieran compartir mi viaje, bienvenidos! Simple Abundancia...

sábado, 5 de marzo de 2011

El baúl de la Esperanza



La "esperanza" es esa cosa alada....

que se posa dentro del alma...

Emily Dickinson


Tradicionalmente, las novias recibían un regalo de sus padres, al cumplir los 16 años: un baúl para el ajuar. Con o sin novio a la vista, la futura novia iba guardando allí sus "tesoros". Sábanas, colchas, manteles, juegos de platos, y sueños. Sueños de cómo iba a ser su vida una vez casadas. Madre e hija tejían juntas la ilusión de que fuera un buen matrimonio. Juntas esperaban que los objetos guardados con tanta ilusión acompañaran a la nueva pareja cuando emprendieran la aventura de formar su propia familia, comenzaran su propio camino...


La madre sabía por experiencia propia, que una copa de cristal no aseguraba un futuro libre de problemas. Que una colcha, por más amor que ella misma hubiera puesto en unir cada retazo de tela, no cubriría de seguridad a su hija una vez que dejara el hogar. Que los manteles cuidadosamente bordados, cubrirían la mesa aún en momentos difíciles. Que la vajilla elegida con tanto esmero, podía romperse tan fácilmente como la ilusión de esa chiquita que soltaba al mundo. Y sin embargo, daba puntada tras puntada, con la única seguridad de su propia esperanza. Esperanza de que, sucediera lo que sucediera, su hija iba a estar rodeada de amor. De su amor. De sueños... y que si ese sueño no se cumplía, tenía fe en que otros lo reemplazarían.


La hija, contemplaba sus tesoros soñando con su Príncipe Azul. Ese ser que le prometía ser felices para siempre. Ya casada, ese baúl iba a guardar el ajuar de sus propios hijos. Y la tradición se cumpliría, cuando ella misma, madre y adulta, ayudara a su propia hija a llenar de sueños ese mismo baúl, que la acompañaría cuando echara a volar por su cuenta...


Yo prepare mi ajuar por años. Sin conocer esta tradición (quizas intuyéndola), mi hermana me regaló al casarme el baúl donde por años guardé mis más preciados tesoros. Durante un viaje antes de casarme con ella y mi madre, fui llenandolo de objetos que considerabamos indispensables para mi futura felicidad adulta. Como recién casados, en un departamento pequeño, fue nuestra mesa en el living. Como futuros padres en un país extranjero, guardó camisitas de hilo que Mama me enviaba desde casa, que me parecían increíblemente chiquitas... Con los años, guardó recuerdos de hitos de nuestra vida familiar: la ropa que usaron mis hijos al salir del sanatorio camino a casa; la manta que los cubría; fotos; un mechón de su pelo. Guardó también mis inseparables compañeros de ruta, mis libros. Y después, mis telas, que se iban a convertir en mi arte. Hoy, ocupa su lugar en nuestro living, lleno de fotografías de nuestra vida familiar. Es, sin duda, mi baúl de la esperanza. Lo llené soñando en mi vida futura, y hoy me doy cuenta que me acompaño mientras cumplía algunos de mis sueños: casarme, ser madre, trabajar, aprender, crecer...


Un baúl de ajuar guarda objetos que no serán usados inmediatamente. Acompaña nuestras esperanzas que nuestros sueños se van a cumplir. Y cuando se cumplan nuestros deseos, esos objetos atesorados (quizas por años o décadas), nos van a permitir vivirlos con la emoción que acompaña a los momentos esperados. "No todos nuestros deseos pueden hallar satisfacción al instante. Hay que aprender a esperar pacientemente para que nuestros sueños se hagan realidad, sobre todo en el camino que hemos elegido"... Sabemos que lo que más cuesta, es generalmente lo que más satisfacción nos da.


Una madre moderna, les dió a cada una de sus hijas un "baúl de Libertad". No le gustaba la idea de atar la esperanza al matrimonio. A los 16 años, cada una de sus hijas eligió su baúl de cedro, forrado en tela. Por años, en cada cumpleaños guardaron sus regalos allí, para cuando empezaran su vida lejos de casa. A los 18 fue lo primero que cada una de ellas se llevó a la Universidad. Sus sueños empezaban a hacerse realidad...


Aquí copio un link para armar nuestro propio baúl de la esperanza


Lo primero que deberíamos colocar dentro, es la FE. Fe en que esos sueños se cumplirán, a su debido tiempo. ¿Qué sueños cuidará hasta que se cumplan? ¿Que guardará desde hoy nuestro propio baúl de la esperanza?





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